| Información | |
|---|---|
| Marca | Miguelañez  |
| Fabricante | Miguelañez |
| Sello | Sí |
| Vegano | Sí |
| Vegetariano | Sí |
| Formato | Envase resellable |
| Alérgenos | Ninguno |
¿A quién no le gusta un dulce?
Bueno en realidad, a mucha gente...
Pero las personas veganas y vegetarianas durante mucho tiempo hemos tenido más bien, poca o ninguna elección, al menos en cuanto a las gominolas se refiere.
Esto es porque tradicionalmente, se realizan con gelatina, que básicamente es patas de cerdo o espinas de pescado hervidas. 🤮
¿Asqueroso, verdad?
Algunas empresas comenzaron a lanzar algunas de sus gominolas sin gelatina, orientadas al público vegetariano... pero... no al vegano... Porque decidieron usar cera de abeja, por razones que escapan a mi comprensión 🤦♀️
Por suerte al final han decidido lanzarse a la piscina, y ofrecernos dulces y ¿deliciosas? opciones carentes de toda secreción animal.
En este caso vamos a hablar de los ositos brillos veganos de la marca Miguelañez.
He de decir que me encanta que el envase venga con abrefácil y además un sello hermético para volver a cerrarlo, y conservar la frescura de las golosinas.
Comenzamos con el aspecto. El brillo, brilla por su ausencia 🤣 siendo más bien un color mate con aspecto de estar cubiertos de una capa blanquecina. Sin embargo, no lo están, es la propia capa externa de la gominola.
La textura, indudablemente causada por esta capa externa, está lejos de ser la lisa y suave textura esperada en las gominolas que no están recubiertas de azúcar ni son ácidas. Es más bien una textura porosa, relativamente rígida, que da una sensación de rotura al masticarla.
El interior, si resulta mucho más suave, fácil de masticar, aunque ligeramente más duro que otros ositos famosos que no voy a nombrar aquí 😜.
De sabor, sorprenden, con una intensidad frutal superior a las variedades no veganas, especialmente en los ositos verdes y rojos, que también parecen venir en mayor proporción que los demás sabores, algo que normalmente ocurre al contrario.
No dejan ningún regusto, no son pegajosas al paladar, ni sobrecargan el gusto, alcanzando un buen equilibrio de sabor.
Su disponibilidad en mi zona es muy escasa, sólo habiéndolas encontrado, sorprendentemente, en las tiendas de una cadena de gasolinera, no estando presentes en ninguna de las cadenas de supermercados o hipermercados. Obviamente vuestra disponibilidad puede ser diferente.
Definitivamente son un buen producto, que endulzarán la vida de cualquier vegane que guste de darse un capricho azucarado. ¡Pero con moderación!